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JÁVEA: EL TESORO DE LA COSTA BLANCA
Jávea (Xàbia en valenciano) es una población ubicada frente al mar, en plena Costa Blanca , al norte de Alicante. En sus extensas playas los paseos son tan agradables, acompañados de la brisa marina y el reflejo del sol en el agua, que el tiempo parece pasar demasiado rápido. El entorno natural de Jávea es un factor verdaderamente destacado entre los atractivos de la localidad, ya que existen numerosas rutas señalizadas para realizar a pie que te ofrecerán la posibilidad de aprovechar al máximo los espectaculares paisajes de esta parte del litoral levantino. Pero además de disfrutar del turismo al aire libre entre acantilados, pequeñas calas y el imponente mar Mediterráneo, también podrás visitar el casco histórico de Jávea, una auténtica joya medieval con enrevesadas callejuelas que discurren entre construcciones más recientes.
EL CENTRO HISTÓRICO DE JÁVEA
El casco antiguo de Jávea estuvo en sus orígenes medievales rodeado por una muralla, de la que hoy en día da fe una reconstrucción. En la actualidad sigue manteniendo sus características calles estrechas flanqueadas por las típicas casas blancas de esta costa. El monumento más importante del municipio es la iglesia de San Bartolomé , que aunque empezó a construirse en la Edad Media, se concluyó ya en época del Renacimiento. Su estilo es principalmente gótico isabelino, y contagia a toda la plaza en la que se encuentra de la elegancia que lo caracteriza. Junto a la iglesia se sitúan el ayuntamiento y el mercado de abastos , levantado sobre los restos de un convento anterior y en el que es obligatorio hacer una parada para comprar alguno de los productos típicos de la localidad. Entre los museos de Jávea destaca el Museo Arqueológico , ubicado en el palacio de Antoni Banyuls, una destacada construcción en piedra de tosca tan propia de esta zona. Y para terminar de conocer la esencia de Jávea, una visita imprescindible es la del parque Montaner y el riurau dels català d’Arnauda , una construcción de piedra de tosca y mampostería en la que antiguamente se conservaban las pasas antes de ser vendidas. Todos los monumentos de Jávea son interesantes, pero este último es el más representativo de su pasado reciente.
Para llevar a cabo todas estas visitas culturales, lo mejor es que te alojes en uno de los hoteles del centro, que suelen lanzar muy buenas ofertas. Por ejemplo, el hotel Triskel es un alojamiento bastante barato, situado a apenas dos kilómetros de la playa y ubicado en un edificio antiguo en cuya restauración se ha logrado recuperar la esencia de la Jávea medieval. Otra buena opción es el hotel Jávea, a escasos metros de la costa y con vistas al mar desde las habitaciones. El hotel se encuentra en el famoso barrio de Duanes de la Mar , cuyos orígenes se remontan al siglo XV. En este antiguo barrio de pescadores, que creció en torno al puerto y en la actualidad conserva todo el encanto acumulado tras siglos de vida junto al Mediterráneo, también podrás observar un monumento muy destacado de la ciudad: la iglesia de Nuestra Señora de Loreto , una obra arquitectónica de estética modernista que llama mucho la atención en este entorno.
LAS PLAYAS JAVEANENSES
La costa Blanca a la altura de Jávea está salpicada de playas y calas situadas en plena naturaleza. La playa del Arenal , llamada así por ser la única playa de arena de la localidad, es la más visitada de todas. En uno de sus extremos se sitúa el mirador de Punta del Castell , desde el que se puede contemplar la enorme mancha azul del mar en torno a la Punta del Arenal. También aquí está el famoso Parador de Jávea, un magnífico hotel de cuatro estrellas en primera línea de playa que cuenta con un fantástica piscina rodeada de jardines. Pero si tu presupuesto es limitado, no tienes de qué preocuparte, ya que en esta zona encontrarás hoteles más baratos como Solymar, cuyas habitaciones cuentan con grandes terrazas para desayunar con vistas al mar. Además de la playa del Arenal, otras playas importantes son la playa del Primer Muntanyar y la playa del Segon Muntanyar , ambas de grava y roca, menos cómodas y por lo tanto más tranquilas. De hecho, son la opción perfecta si lo que buscas es desconectar del estrés del día a día.
En Jávea también hay numerosas calas que merece la pena visitar, como la cala Blanca (recibe este nombre a causa del color de sus rocas), que está formada por dos pequeñas calas de aguas completamente transparentes y cuenta con un mirador desde el que contemplar el paisaje. Pero la más popular es, sin duda alguna, la cala de Granadella , situada en pleno paraje natural del cabo de la Nao. Sus aguas turquesa no tienen nada que envidiar a las del Caribe, y ofrece la opción de realizar una ruta de senderismo que comienza en el aparcamiento y llega hasta Castell. El camino es altamente recomendable, pues no entraña una gran dificultad y las vistas que se obtienen durante el trayecto son impresionantes. Una última cala destacada por su valor natural es la cala Sardinera , a la que se accede a pie desde el mirador de la Cruz de Portitxol. En ella encontrarás una cala totalmente virgen e ideal para pasar unas horas en completa paz y conectar con la naturaleza.