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LA HABANA: EL ALMA DE CUBA
La Habana, fundada en 1519 por Diego Velázquez de Cuéllar y convertida más tarde en la ciudad mejor protegida del Nuevo Mundo para servir como punto de reunión a la Flota de Indias, es hoy una de las urbes más fascinantes de la isla cubana. El hermoso patrimonio arquitectónico narra las historias del pasado al ritmo de la incesante música que resuena en cada esquina y a cualquier hora, mientras los habaneros continúan con su vida, casi ajenos al resto del mundo, en este bello rincón del Caribe.
LA HABANA VIEJA
La Habana Vieja es el nombre con el que se conoce el casco antiguo de La Habana, declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Todo empieza aquí, en el restaurado entramado de calles de origen colonial organizadas en torno a cuatro plazas dedicadas en su origen a cuatro funciones distintas: la plaza de Armas para los desfiles militares, la plaza de la Catedral concebida como centro religioso, la plaza Vieja creada para acoger el mercado y la plaza de San Francisco de Asís empleada como muelle de carga y descarga de los galeones españoles. Entre una y otra plaza se extienden deliciosas calles flanqueadas por edificios de fachadas coloridas y ajadas entre las que parece haberse detenido el tiempo en algún momento entre la época colonial y el siglo pasado. Y entre calle y calle salen al paso magníficas construcciones como la catedral, un templo barroco cuya fachada fue diseñada por Borromini , o el palacio de los Capiteles Generales, un edificio también barroco situado en la plaza de Armas y que alberga hoy el Museo de la Ciudad.
Tras recorrer las calles y plazas de La Habana Vieja toca acallar los rugidos del estómago, y para ello hay dos opciones: los restaurantes legales, es decir, autorizados por el Gobierno, o las paladares, esto es, restaurantes familiares privados donde encontrarás los platos cubanos más auténticos. Uno de los más famosos es La Guarida, ubicado en un palacete de principios del siglo XX en pleno centro de la ciudad. Después de la comida, como no podía ser de otra forma, dirígete a la histórica Bodeguita del Medio para disfrutar de un refrescante mojito. Y si quieres reponer fuerzas antes de continuar explorando la ciudad, encontrarás en el centro histórico varios hoteles de calidad como el hotel de tres estrellas Habaguanex El Comendador, aunque has de tener en cuenta que los alojamientos de esta zona no son los más baratos de La Habana.
CENTRO HABANA Y VEDADO
En la parte norte, entre La Habana Vieja y Vedado, se encuentra la zona conocida como Centro Habana. Aunque no está tan bien conservada como el casco antiguo, merece la pena acercarse para contemplar algunos de los edificios y museos más emblemáticos de la ciudad. Por ejemplo, aquí están el Capitolio Nacional de Cuba , similar al Capitolio de Washington D.C. y antigua sede del Congreso Cubano; el Museo de la Revolución , perfecto para conocer la historia del país a través de sus interesantes exposiciones; la Real Fábrica de Tabacos Partagás , donde aprenderás cómo se elaboran los puros; el Museo Nacional de Bellas Artes , con una excelente colección de obras de distintos períodos artísticos; el castillo de San Salvador de La Punta , desde el que en la época colonial se colocaba cada noche una cadena de 250 metros que llegaba hasta el castillo de los Tres Reyes del Morro y cerraba el acceso al puerto, o el elegante Paseo de Martí , una de las principales avenidas de la ciudad y eje vertebrador de Centro Habana.
El Vedado no solo es el centro político y administrativo de La Habana, sino también uno de los barrios más animados junto con el centro histórico. Esta zona, que se caracteriza por sus amplias y ordenadas avenidas arboladas en las que aún se conservan algunas lujosas residencias que se mezclan con edificios más modernos, vivió su época de mayor esplendor a mediados del siglo XX, cuando el casino del Hotel Nacional atraía a mafiosos e importantes personalidades internacionales. Todo cambió en 1959, momento en que Fidel Castro entró con su ejército y se instaló en el Hotel Habana Hilton, que pasó a llamarse Hotel Habana Libre. Aun así, el Hotel Nacional sigue abierto en la actualidad y es uno de los hoteles de cinco estrellas más conocidos de la ciudad, además de una de las principales atracciones turísticas. Pero no es la única de El Vedado, pues hay aquí otros lugares que no deberías perderte como la plaza de la Revolución, la avenida de los Presidentes de La Habana o el famoso Malecón.
PARQUE HISTÓRICO-MILITAR MORRO CABAÑA
La Flota de Indias (los barcos españoles que regresaban a su patria cargados de riquezas traídas del Nuevo Mundo) eligió La Habana como punto de reunión antes de emprender la larga travesía hacia Europa, y para ello se decidió dotar a la ciudad de varias fortalezas que la protegieran de los ataques de las flotas enemigas. Al otro lado de la bahía, en el Parque Histórico-Militar Morro Cabaña, encontrarás dos de estas construcciones defensivas: el castillo de los Tres Santos Reyes del Morro y la fortaleza de San Carlos de La Cabaña. La primera es un excelente ejemplo de arquitectura militar renacentista, mientras que la segunda es la mayor fortaleza de América y el escenario en el que cada día a las 21 h se recrea el cañonazo que hasta el año 1850 servía para anunciar el cierre de las puertas de la muralla de La Habana. Además, ambos recintos ofrecen unas vistas magníficas de la bahía y la ciudad de fondo.
VIDA NOCTURNA Y EL MALECÓN
Tanto en El Vedado como en La Habana Vieja, en especial en la calle Obispo y la plaza Vieja, encontrarás numerosos bares con música en directo en los que disfrutar de la noche cubana. Ver un espectáculo en La Casa de la Música, empaparse de la música callejera, disfrutar de una actuación en directo en el Café Cantante Mi Habana o en Jazz Zone, ir a una discoteca como Salón Rojo o Ipanema, conocer el cabaré Tropicana… La noche habanera parece no tener fin , y es que una vez que se pone el pie en la calle, es muy fácil dejarse llevar hasta el amanecer por el encanto de las calles, las gentes y el son cubano. Eso sí, cuando despunte el alba, intenta encontrarte en el Malecón , el paseo marítimo de La Habana, el punto de encuentro de los que terminan la noche o empiezan el día , de noctámbulos, madrugadores, amantes, amigos, pescadores, poetas y músicos. Pero no solo a primera hora del día resulta atractivo, ya que al atardecer se disfruta desde aquí de uno de los mejores atardeceres de la isla; aunque claro, correrás entonces el agradable riesgo de que la noche habanera te vuelva a atrapar…