Globales Montemar

El hotel ofrece una experiencia memorable, que se distingue principalmente por su hermosa zona de piscina y sus impresionantes vistas de las colinas y la naturaleza circundantes, que muchos huéspedes encuentran espectaculares. Este entorno pintoresco, combinado con un personal generalmente amable y acogedor, crea un ambiente positivo. Si bien la hospitalidad del personal y la ubicación pintoresca son elogiadas constantemente, los huéspedes destacan con frecuencia problemas importantes con la limpieza de las habitaciones y el mantenimiento, en particular con respecto a la humedad y las instalaciones anticuadas. La calidad de la comida recibe críticas mixtas, a menudo descrita como repetitiva o fría. El hotel es ideal para familias debido a sus actividades de animación y habitaciones espaciosas, y para viajeros solos que aprecian la sensación de seguridad y el ambiente acogedor. También atrae a aquellos que buscan tranquilidad y naturaleza, y a viajeros con presupuesto limitado que buscan una buena relación calidad-precio. Los huéspedes deben estar preparados para una ubicación montañosa con muchas escaleras, lo que podría ser un desafío para aquellos con problemas de movilidad. Es aconsejable confirmar el horario de limpieza a la llegada y gestionar las expectativas con respecto a la variedad de la comida y la temperatura.

Instalaciones y servicios
La zona de la piscina se destaca constantemente como un aspecto muy positivo, descrita como hermosa, preciosa y un excelente lugar para relajarse, a menudo rodeada de colinas. Sin embargo, la conectividad Wi-Fi es un punto común de frustración, que se informa con frecuencia como inestable, con caídas o que no llega a todas las áreas, aunque algunos encontraron fácil volver a conectarse. Muchos huéspedes encontraron que los televisores en las habitaciones eran en gran medida inútiles, ya sea que no funcionaran, no estuvieran sintonizados o carecieran de conexión a Internet. El diseño del hotel, con sus numerosos escalones y una estructura algo laberíntica a través de varios bloques en las colinas, se menciona con frecuencia como un desafío, especialmente para aquellos con problemas de movilidad o al cargar equipaje. El snack bar a menudo se describe como limitado, no de autoservicio y, a veces, se queda sin artículos, ofreciendo solo opciones básicas como papas fritas y hamburguesas.

Limpieza y confort de la habitación
Una preocupación importante y recurrente entre los huéspedes es la falta de un servicio de limpieza constante, y muchos informan que las habitaciones no se limpian durante varios días, o que no se reemplazan las toallas y sábanas. Algunas evaluaciones mencionan explícitamente sábanas sucias y toallas al llegar o durante la estancia, y suciedad general en áreas comunes como platos de comedor. Un problema generalizado es el olor a humedad en las habitaciones, a menudo acompañado de humedad visible y paredes dañadas. Algunos huéspedes incluso informaron haber encontrado insectos como cucarachas o ciempiés, que atribuyeron a las condiciones de humedad. Si bien algunos encontraron las habitaciones espaciosas y las camas cómodas, otros notaron que las habitaciones eran básicas, pequeñas para el tamaño de su grupo o tenían problemas con las camas plegables. La provisión de servicios en la habitación a menudo se critica, y los huéspedes informan dispensadores de jabón vacíos, una falta total de jabón de manos o champú y ninguna cafetera o nevera en algunas habitaciones. Las paredes delgadas provocaron ruidos audibles de los vecinos para algunos, y el televisor en las habitaciones se informó con frecuencia como no funcional o no sintonizado.

Comedor y calidad de la comida
La calidad general de la comida recibe comentarios mixtos a negativos. Muchos huéspedes describen la comida como fría, repetitiva y sosa, con opciones saludables limitadas. Algunos encontraron que el buffet era abundante y de buena calidad, particularmente para el desayuno, pero otros lo consideraron deficiente. El desayuno generalmente se considera mejor que otras comidas, y algunos elogian su variedad y frescura, aunque otros notaron la falta de frutas y verduras frescas. Las ofertas del snack bar se describen constantemente como muy limitadas, no de autoservicio y, a menudo, se quedan sin artículos, y ofrecen solo opciones básicas de comida rápida. Se observó que las máquinas de café en el comedor eran demasiado pequeñas para atender adecuadamente al número de huéspedes, lo que provocaba colas.

Ubicación y accesibilidad
La ubicación del hotel en una colina sobre la ciudad es una característica destacada, que ofrece hermosas vistas, pero también plantea un desafío importante debido a la pendiente pronunciada y las numerosas escaleras necesarias para navegar por la propiedad y llegar a la ciudad o la playa. A pesar del terreno montañoso, en general se considera que el hotel tiene una buena ubicación en términos de proximidad a la playa de Cala Llonga y la ciudad, normalmente a 10-15 minutos a pie. También se observa que está a un corto trayecto en coche de Ibiza ciudad. El uso extensivo de escaleras y el diseño disperso del hotel en varios bloques lo hacen particularmente difícil para los huéspedes con problemas de movilidad o aquellos que llevan equipaje pesado, ya que no hay servicio de botones.

Personal y servicio
El personal recibe constantemente grandes elogios por su amabilidad, hospitalidad y atención. Muchos huéspedes destacan a personas específicas y la calidez general y la voluntad del equipo para ayudar. A pesar de los comentarios positivos sobre el personal, existen quejas generalizadas con respecto al servicio de limpieza, y muchos huéspedes informan que las habitaciones no se limpian durante días o que no se cambian las toallas y la ropa de cama. Algunos encontraron que el personal de recepción no era útil al abordar estas preocupaciones de limpieza. Si bien algunos experimentaron un registro rápido y sin problemas, otros informaron retrasos, teniendo que esperar las habitaciones incluso después de la hora oficial de registro. La ausencia de un servicio de botones se observa como un inconveniente, especialmente dado el diseño montañoso y lleno de escaleras del hotel, lo que requiere que los huéspedes gestionen su propio equipaje.