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CUENCA: LA CIUDAD ENCANTADA
Inscrita en el Patrimonio de la Humanidad de la Unesco, Cuenca se ubica entre las hoces de los ríos Huécar y Júcar, en la comunidad autónoma de Castilla-La Mancha. La ciudad está dividida en dos zonas, la ciudad nueva y la ciudad antigua, esta última repleta de importantes monumentos y restos de su pasado. Pero el turismo de Cuenca no se limita a la ciudad y sus famosas casas colgadas, ya que también en los alrededores hay sorprendentes espacios naturales que invitan a planear una escapada más rural, como la Ciudad Encantada, los callejones de Majadas o el nacimiento del río Cuervo.
LA CIUDAD ANTIGUA
El importante patrimonio histórico y arquitectónico de Cuenca se concentra en la ciudad antigua, donde hay dos construcciones que atraen todas las miradas: la catedral de Santa María y San Julián y las casas colgadas.
La catedral es el principal templo de la ciudad y fue levantada sobre una antigua mezquita árabe. El interior combina los detalles del estilo gótico con unas curiosas vidrieras abstractas que rompen el clasicismo del entorno, mientras que el exterior presenta una monumental fachada de estilo neogótico que acompaña a los balcones de madera y hierro forjado de las casas nobiliarias de la plaza Mayor , lugar donde se ubica la catedral. Cerca de este monumento encontrarás varios hoteles, entre los que destaca el hotel de cuatro estrellas Convento del Giraldo, que ocupa un edificio del siglo XVII en el que se fusionan las instalaciones más modernos con los elementos arquitectónicos originales del edificio. Si, por el contrario, buscas algo de precio módico, entre los alojamientos más baratos cuentas con el hotel Posada de San José, cuyo encanto radica en la sencillez y la calidez de sus luminosas habitaciones con toque rústico.
Las casas colgadas , casas voladas o casas del Rey son el otro icono de la zona antigua, y las encontrarás en el extremo este, justo frente a la hoz del río Huécar. Este tipo de viviendas, que deben su nombre a los balcones en voladizo que se asoman directamente al precipicio, eran bastante comunes en Cuenca, pero solo unas pocas se han conservado hasta nuestros días, tres de ellas acondicionadas para alojar el Museo de Arte Abstracto Español y un mesón restaurante. ¿Te gustaría dormir en un hotel con vistas a las casas colgadas y al casco antiguo de Cuenca? Puedes hacerlo en el encantador Parador de Cuenca, un elegante y exclusivo establecimiento de cuatro estrellas situado en un antiguo convento del siglo XVI al otro lado de la hoz del Huécar. Las habitaciones destacan por su cuidada decoración, y además el hotel dispone de una sublime piscina exterior rodeada de un hermoso entorno.
LA CIUDAD NUEVA
Además de recorrer el casco antiguo, puedes aprovechar para dar un paseo por la zona nueva de Cuenca. Aquí se encuentran las principales calles comerciales y varios hoteles económicos pero con excelentes servicios e instalaciones. Un buen ejemplo de ello es el hotel de cuatro estrellas Exe Cuenca, de estilo minimalista y perfecto para reuniones de negocios, ya que cuenta con la ventaja de ofrecer un aparcamiento exterior gratuito y estar ubicado en un lugar tranquilo pero fácilmente accesible desde cualquier punto.
Si te apetece dedicar una tarde a las compras por el centro de Cuenca, debes dirigirte a la calle Carretería , donde encontrarás un amplio abanico de comercios de moda, bazares, heladerías y restaurantes. No dejes escapar la oportunidad de probar platos tradicionales conquenses como el ajoarriero, una especie de paté con patatas, huevo, ajo, aceite y bacalao; el morteruelo, un guiso elaborado con distintas carnes de caza, o las sabrosas migas y gachas con torreznos. Y no se te ocurra regresar sin probar el resoli, un licor de origen árabe con sabor a café, coñac, anís y canela, el perfecto digestivo.
¡Y CERCA DE CUENCA!
Aparte del patrimonio histórico, Cuenta también es un destino estupendo para disfrutar de la naturaleza en espacios como la famosa Ciudad Encantada , ubicada en dirección a la localidad de Valdecabras. Lo más sobresaliente de este paraje son sus curiosas formaciones rocosas, una serie de esculturas naturales que se asemejan a todo tipo de seres y objetos: un perro, un barco, una foca, una cara humana y muchas más que irás descubriendo a lo largo de la ruta. Eso sí, no olvides aprovisionarte de líquidos, usar calzado cómodo y llevar batería suficiente en tu cámara de fotos, ya que el recorrido dura aproximadamente tres horas. Otra parada obligatoria en pleno corazón de la sierra de Cuenca son los callejones de las Majadas , de menor extensión que la Ciudad Encantada pero con formaciones rocosas igual de sorprendentes.
Si el tiempo acompaña, procura incluir en tu plan una excursión al nacimiento del río Cuervo , que resulta especialmente espectacular en primavera, tras el deshielo. Te encontrarás aquí en medio de un frondoso bosque atravesado por arroyos y cargado de aromas embriagadores mientras caminas por el sendero que conduce a una impresionante pared de piedra cubierta de una piel verdosa y brillante por las plantas y el musgo que viven gracias al agua que fluye como derramada desde el cielo.