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ESTAMBUL: ENTRE DOS CONTINENTES
Una fusión perfecta entre Oriente y Occidente, Estambul ofrece lo mejor de Asia y Europa en una sola ciudad. Inmensos bazares, increíbles mezquitas que parecen salidas de un cuento oriental, relajantes hamames ubicados en edificios históricos, una exquisita gastronomía que va más allá del kebab, restos romanos, teterías, una trepidante vida nocturna y puestas de sol como nunca antes habías visto.
BEYOĞLU
Muy probablemente tu vuelo a Estambul aterrice en el aeropuerto internacional Atatürk o en el de Sabiha, y decidas desde ahí tomar un taxi hasta la zona de Taksim, el centro moderno de la ciudad y donde se encuentran la mayoría de hoteles, apartamentos y hostales baratos, como el hotel No 10 Taksim Studios, un alojamiento de estilo apartotel en el que los apartamentos de clase superior incluyen una agradable terraza con vistas.
Taksim no es la plaza más bonita de Estambul, pero está llena de vida a cualquier hora del día y da acceso a la principal calle del centro: Istiklal. Es difícil no sentirse invadido por la energía que desprende esta avenida peatonal de 3 km que conecta Taksim con el barrio genovés : flanqueada por edificios del siglo XIX, con un tranvía histórico que recorre un tramo de la avenida y repleta de restaurantes, comercios, bares, teterías y discotecas, Istiklal y las calles aledañas nunca descansan. Ideal para pasear durante el día y perfecta para empezar y acabar la noche, tan solo tienes que dejarte llevar por la marea humana y curiosear por aquí y por allá para descubrir ese bar con música en directo, esa discoteca en un ático con vistas al Bósforo o esa tetería en la que sentarte a fumar un narguile mientras saboreas un té de manzana.
Al final de la avenida se encuentra el barrio de Gálata, ocupado por los comerciantes genoveses entre los siglos XIII y XV. Las estrechas y empinadas callejuelas conducen a la torre de 66,9 m construida en el siglo XIV como parte del recinto amurallado. El mirador de la parte superior ofrece una vista de 360º de la ciudad, y cuenta también con un restaurante en el que se realizan espectáculos de música turca. Además, en las inmediaciones de la torre tienes alojamientos de todo tipo, desde bonitos y económicos hostales con todas las comodidades, como World House, hasta elegantes y lujosos apartamentos con unas vistas increíbles, como los Galata Tower Vip Apartment Suites.
De nuevo a pie de calle, ve bajando las cuestas que llevan hasta el puente de Gálata, que atraviesa el Cuerno de Oro y une Beyoğlu con Eminönü, el casco antiguo de Estambul. La panorámica desde el puente es increíble, y no es mala idea detenerse aquí a hacer algunas fotos y probar los famosos bocadillos de pescado.
EMINÖNÜ
Entrar en Eminönü es como hacer un viaje en el tiempo. En la parte oeste, el bazar egipcio y el Gran Bazar, con sus más de 3500 comercios, invitan a perderse entre las tiendas de ropa, especias, dulces, comida y artesanía. En la parte este, dos mezquitas, una frente a la otra, se alzan gloriosas: la de Santa Sofía, del siglo VI y considerada como una obra maestra del arte bizantino, y la Mezquita Azul, con seis esbeltos minaretes que la hacen única en todo Estambul. Sentarse en la plaza que separa ambas mezquitas y esperar a que la llamada a la oración de todas las mezquitas de la ciudad resuene al mismo tiempo es una sensación indescriptible. Muy cerca de aquí también puedes visitar la cisterna de Yerebatan, un depósito de agua subterráneo construido en tiempos de Justiniano. Y, por último, en el extremo de Eminönü y rodeado por el Cuerno de Oro, el estrecho del Bósforo y el mar de Mármara, encontrarás el palacio de Topkapı , que funcionó como centro administrativo del Imperio Otomano entre 1465 y 1853. El hermoso complejo de edificios unidos por patios y jardines que se ocultan tras la muralla bizantina alberga en uno de los pabellones el preciado tesoro del sultán. ¿Que tú también quieres sentirte como un sultán o una sultana? Prueba con un distinguido hotel de cuatro estrellas de estilo oriental y con spa, como el Yasmak Sultan, o con algo más barato, como el Celal Sultan, un hotel también de cuatro estrellas que suele lanzar muy buenas ofertas. Y después, date el lujo de acudir a un tradicional hamam turco como el de Süleymaniye, uno de los más antiguos de la ciudad (¡450 años de historia!) y el único que ofrece servicio mixto.
LAS VISTAS MÁS CAUTIVADORAS
Estambul no solo se disfruta paseando por sus calles y visitando sus monumentos, sino también contemplando las increíbles vistas que se obtienen desde los distintos miradores y, cómo no, desde el agua. Al final del Cuerno de Oro, en el barrio de Eyüp, además de la mezquita del mismo nombre, tienes un monte al que puedes subir en funicular o a pie y cuya cima está llena de restaurantes y cafeterías con unas vistas sobrecogedoras de la ciudad. Sin embargo, no es el único sitio en el que se puede tomar algo mientras se divisa Estambul desde las alturas: 5 Kat, no muy lejos de la avenida Istiklal, es una cafetería-restaurante-bar de copas situado en la última planta de un edificio con vistas al Bósforo y el inmenso puente que lo atraviesa; y en el casco antiguo, el restaurante Pasazade, especializado en comida otomana con recetas rescatadas de la antigua corte del sultán, dispone de una terraza también en la última planta perfecta para una cena romántica. Pero hay una imagen de Estambul que difícilmente podrás borrar de tus retinas, y es la vista del casco antiguo que se obtiene desde la parte asiática, en Üsküdar, en los escalones que se extienden a lo largo de la orilla del Bósforo. Frente a ti, el estrecho del Bósforo; en medio, la Torre de Leandro, y más allá, las siluetas de los incontables minaretes y cúpulas del casco antiguo delineadas por la esfera naranja que lentamente va desapareciendo.
Tampoco puedes dejar escapar la oportunidad de contemplar Estambul desde el agua: toma uno de los ferris que salen del puerto de Eminönü y recorren el estrecho del Bósforo hasta Anadolu Kavaği, el último pueblo antes de llegar al Mar Negro. Si en vez de tomar el barco turístico optas por el ferri de pasajeros, el viaje te resultará más barato e irás descubriendo con calma cada una de las dos orillas en las que va parando para dejar y recoger pasajeros. Realizar el trayecto de vuelta desde Anadolu Kavaği hacia Estambul al atardecer, cuando la luz del sol adquiere un color dorado y poco a poco las luces de la ciudad se van encendiendo , te dejará sin palabras. Y tal vez entonces vengan a tu mente las de Napoleón, quien decía que si el mundo fuera un solo Estado, Estambul sería su capital.