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PAMPLONA: UN TESORO POR DESCUBRIR
Pamplona se encuentra en la comunidad de Navarra, de la que es capital. La ciudad ha desempeñado un papel importante a lo largo de la historia, por ella pasa el Camino de Santiago y tiene como monumento más emblemático la famosa catedral gótica. Pero Pamplona es conocida a nivel internacional sobre todo por su fiesta más popular, los encierros de San Fermín , que se organizan cada verano en el mes de julio. En estas fechas toda la ciudad se echa a la calle para disfrutar del animadísimo ambiente festivo, aunque Pamplona es espectacular en cualquier época del año, pues su encantador centro histórico repleto de lugares interesantes y bares tradicionales donde degustar la gastronomía típica de Navarra es siempre un gran atractivo. Ahora bien, si te decides a visitarla durante San Fermín, reserva con antelación y prepárate para vivir la experiencia pamplonesa más intensa.
EL AMBIENTE DE LA CAPITAL NAVARRA
La fiesta más famosa de Pamplona es la de los Sanfermines , una fiesta que se encuentra entre las más conocidas y concurridas no solo de toda España, sino del mundo. Se celebra en el mes de julio, concretamente en torno al día siete, que es la festividad de San Fermín de Amiens. Las calles de la ciudad se llenan de gente y muchos pamploneses dejan sus casas para recibir a los miles de turistas de todas las nacionalidades que se animan a participar en esta gran celebración. Lo más característico de los Sanfermines son sus encierros , que consisten en correr vestido de blanco con un pañuelo rojo en el cuello delante de un grupo de toros que avanzan implacables a lo largo de varias calles del centro. Las carreras terminan en la plaza de toros , y el principal objetivo es llegar sano y salvo, por lo que se requiere de los participantes un gran valor y arrojo. El propio Hemingway, un aclamado escritor estadounidense, era un declarado amante de esta celebración de origen medieval y la llegó a incluir en sus novelas contribuyendo a que adquiriese fama fuera de las fronteras españolas.
Tanto durante las fiestas como durante el resto del año la gastronomía pamplonesa es otro de los grandes atractivos de la capital navarra. La mejor zona para probar los platos y pinchos típicos de la ciudad es la plaza del Castillo , donde una buena opción para sentarse a tomar algo es la terraza del bar Windsor; aunque si te apetece tomar un café acompañado de las famosas pastas pamplonesas, hazlo en el café Iruña, uno de los locales más emblemáticos de Pamplona. Para estar cerca de esta plaza, que es la más importante y animada de la ciudad, lo mejor es buscar un alojamiento en el casco antiguo, que, con sus antiguas calles en las que aún se respira la esencia medieval, resulta un lugar muy entrañable para alojarse. Prueba con un hotel como Avenidaz, situado en pleno corazón de la capital navarra, con unos precios muy razonables y habitaciones amplias y acogedoras. Otra opción que merece la pena es el hotel Tres Reyes, un cuatro estrellas muy moderno rodeado de naturaleza, ya que se encuentra en el parque del Bosquecillo.
PAMPLONA MONUMENTAL
El monumento más destacado de la ciudad, convertido ya en su seña de identidad, es la catedral de Santa María la Real , que data del siglo XIV. Lo más destacado del interior es el magnífico claustro gótico, que contrasta con la portada principal neoclásica. Además, el templo está ubicado en el mismo lugar en el que anteriormente se encontraban unas ruinas de la época de la dominación romana. Otra de las construcciones importantes de Pamplona, esta vez civil, es el ayuntamiento , famoso por ser el lugar desde el que se da el pistoletazo de salida de las fiestas de San Fermín. El edificio tiene algunas secciones con decoración barroca que se remontan al siglo XVIII, aunque la construcción se dio por finalizada en la etapa neoclásica. Y como complemento a las visitas culturales, en Pamplona abundan las zonas verdes para pasear y relajarse. La más concurrida es la Ciudadela , formada por pequeños bosques y praderas en torno a una antigua construcción militar que hoy en día alberga distintas exposiciones de arte. Cerca de aquí hay varios hoteles bastante baratos en los que puedes quedarte y estar así en una zona tranquila pero cerca del centro, como, por ejemplo, el hotel Mayte, un alojamiento sencillo y acogedor que se encuentra a poca distancia de las famosas murallas de Pamplona.
Las huellas de la Edad Media en Pamplona están presentes en todo su casco antiguo y salpican, cómo no, el Camino de Santiago a su paso por el municipio, que tiene aquí la primera parada de la ruta francesa. Destacan especialmente las típicas iglesias románicas de peregrinación, como la iglesia de San Saturnino o Cernin o la iglesia de San Nicolás. Desde luego, si visitas Pamplona porque inicias aquí la ruta, encontrarás una gran oferta de hoteles donde pasar la noche y disfrutar de un sueño reparador, como, por ejemplo, el hotel Castillo de Javier, muy cerca de la segunda iglesia.
Y para despedirte de Pamplona puedes acercarte a alguno de los mercados y adquirir algún recuerdo de tu estancia en la ciudad. El mercado del Ensanche es el lugar idóneo si te apetece comprar productos típicos, y en sus alrededores hay un buen número de bares ideales para degustar los platos más tradicionales, como el bar El Ruedo.