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ÁMSTERDAM: CANALES DE ARTE, CULTURA, HISTORIA Y DIVERSIÓN
Capital oficial de los Países Bajos, Ámsterdam fue fundada en el siglo XII como un pequeño pueblo pesquero situado entre la bahía del IJ y el río Amstel. El centro histórico, que data del siglo XVII, es hoy en día un laberinto de callejuelas y canales salpicados de restaurantes, museos, bares, discotecas, monumentos, hoteles, coffee shops y mucho más. Sin duda, esta Venecia del Norte es una ciudad con un encanto único, abierta y tolerante, y una amplia oferta de actividades para cualquier tipo de viajero que decida acercarse a ella. I amsterdam!
CARÁCTER PROPIO POR LOS CUATRO COSTADOS
A la hora de planear tu visita a Ámsterdam, puedes organizarte dividiendo la ciudad en cuatro grandes zonas: Centro, Área Norte, Oeste y Plantage-Oost. ¿Te vienes a descubrirlas?
Centro: aquí encontrarás dos de los barrios más famosos, las 9 calles y Jordaan. Tiendas de lujo y de moda vintage, las marcas más conocidas, mercados como Noordermarkt… ¡Es la zona ideal para los amantes de las compras! No te pierdas calles como Haarlemmerstraat y Haarlemmerdijk, llenas de pequeños comercios y restaurantes de todo tipo; o la avenida Damrak, que ofrece un animado paseo entre tiendas de marcas internacionales y centros comerciales desde la estación central de tren hasta la plaza Dam y el Palacio Real. Muy cerca tienes Spiegelkwartier (Distrito de los Espejos), lleno de galerías de arte; Zeedijk, el barrio chino de Ámsterdam, repleto de restaurantes asiáticos y con el único templo budista de la ciudad; el famoso Barrio Rojo, con sus llamativos escaparates, y varios museos como el Museo Marítimo, el Centro de la Ciencia Nemo, el ARCAM y la Biblioteca Pública de Ámsterdam. Aquí también encontrarás uno de los hoteles más originales: el Intersail, con precios baratos e instalado en un auténtico barco amarrado en el puerto.*
Área Norte: si eres de los que buscan ver la parte diferente y menos turística de cada ciudad, no dudes en cruzar el IJ y adentrarte en esta zona alternativa de la capital neerlandesa. Lo más sencillo es tomar el ferry gratuito GVB, en el muelle que hay justo detrás de la estación central de tren. Una vez llegues a la otra orilla, te sorprenderá la combinación de espacios verdes, arquitectura vanguardista, arte y restaurantes. Además, es una buena opción si quieres alojarte de forma diferente durante tu visita: desde campings hasta hoteles exclusivos como el Faralda NDSM Crane Hotel, un original hotel-grúa.
Oeste: barrios residenciales multiculturales, amplias zonas verdes y deliciosos mercados te esperan en este distrito de Ámsterdam. Y para los amantes de la naturaleza, nada como hacer un picnic en el inmenso Vondelpark.
Plantage-Oost: el Barrio Cultural Judío, el zoo real Artis o el Hortus Botanicus son algunas de las visitas imprescindibles en esta parte de la capital. También es aquí donde se celebra todos los días (excepto los domingos) el Dappermarkt, uno de los mercados más baratos de Ámsterdam, con alrededor de 200 puestos en los que se venden desde comidas exóticas hasta prendas de vestir. Otro punto de interés son los embarcaderos del Schepvaartmuseum, donde podrás visitar una réplica de un barco de carga holandés del siglo XVIII propiedad de la VOC (Compañía Holandesa de las Indias Orientales) y hacerte una idea de cómo eran los viajes al Lejano Oriente. ¿Y por qué no darte el capricho de descubrir Plantage y Oost alojándote en el famoso InterContinental Amstel Amsterdam, un hotel de lujo con spa abierto en 1867?
ÁMSTERDAM DESDE EL AGUA
Más de 100 km de canales, unos 1500 puentes y cerca de 90 islas: no resulta extraño que los canales de Ámsterdam, construidos en el siglo XVII, hayan sido declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. ¿Pero alguna vez te has preguntado por qué se hicieron? Pues bien, estos canales son el fruto de una elaborada planificación urbanística con fines defensivos, comerciales, de desarrollo residencial y de gestión del agua.
La belleza de los anillos de agua que abrazan el casco antiguo de la ciudad es innegable, y un recorrido a pie o en barco es la mejor forma de conocer estas «calles» tan características de Ámsterdam. Quizás no sepas por cuál empezar, pero eso no importa, porque lo mejor es perderse y encontrar ese rincón al que querrás volver una y otra vez. Siéntate a orillas de un canal y observa la vida pasar; acércate al Bloemenmarket, un mercado de flores flotante en el que se venden los tradicionales tulipanes, o date un paseo por la noche, cuando muchos de los puentes se iluminan y ofrecen un espectáculo inigualable. ¡No olvides llevarte la cámara de fotos!
¿HAY ALGO PARA MÍ?
En Ámsterdam hay algo para todos, y tal vez esa sea la clave de la magia de esta ciudad. ¿Te gustan la cultura y la historia? Apúntate el Rijksmuseum, el Museo Van Gogh, la casa de Ana Frank, el Begijnhof y la Oude Kerk, y pásate por la oficina de turismo para saber qué ofertas hay disponibles para visitarlos. ¿Quieres ver el Ámsterdam más provocativo? Acércate al Barrio Rojo, con sus particulares escaparates. ¡Te sorprenderá! ¿Te gusta pedalear? Alquila una bici: un medio barato y ecológico para recorrer la capital a tu aire. ¿Estás planeando un viaje de fin de semana con los amigos? ¡Las opciones son innumerables! En los alrededores de la plaza Dam hay discotecas de todos los estilos; en el Barrio Rojo encontrarás locales de jazz, blues y rock y varios coffee shops para tomarte algo en un ambiente más relajado; junto a las plazas Rembrandt y Leidseplein tienes las discotecas más de moda de Ámsterdam, y el mejor ambiente gay está en el barrio de Reguliersdwarsstraat. ¿Has pensado en una escapada romántica? Busca uno de los muchos hoteles con encanto que hay en la ciudad, como el hotel The College, ubicado en uno de los barrios residenciales más céntricos, y reserva una cena especial en algún restaurante junto a un canal.
En el apartado gastronómico tampoco es difícil acertar: restaurantes con estrellas Michelin, de cocina internacional, de comida rápida o de gastronomía holandesa harán las delicias de cualquiera. Si no quieres perderte algunos de los sabores más auténticos de Ámsterdam, busca las Ossenworst (salchichas de buey), los quesos típicos holandeses, las croquetas, la sopa de guisantes Snert, el arenque, las famosas patatas fritas o las dulces Pannekoeken.
El DÍA DEL REY
Antes llamada «Día de la Reina», la gran fiesta nacional de Holanda se conoce como el «Día del Rey» desde la coronación de Willem-Alexander en 2013. En el mes de abril, todo el país se tiñe de naranja (en honor a la familia real holandesa, la casa de los Orange-Nassau) y se llena de actuaciones musicales, mercadillos, juegos y actividades deportivas. Pero el epicentro de la celebración es Ámsterdam, y por eso es una fecha ideal para visitar la ciudad y vivir el ambiente festivo que impregna cada rincón Eso sí, ¡reserva el hotel con mucha antelación si quieres conseguir una buena oferta!