Hoteles en Calella (Cataluña, España)
Los precios y la disponibilidad que recibimos de las webs de reserva cambian constantemente, por lo que es posible que, a veces, la oferta que aparece en la web de reserva sea diferente de la que ves en trivago.
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Calella es una ciudad ubicada en la comarca del Maresme, en la provincia de Barcelona. También se la conoce como Calella de la Costa, para diferenciarla de la población de Calella de Palafrugell, y como Calella de los Alemanes, pues a mediados de los años 90 fue uno de los destinos favoritos de los turistas procedentes de este país de Europa.
Fue en el siglo XIII cuando surgieron alrededor de una treintena de casas en la zona donde se ubica actualmente Calella, aunque el aumento más significativo de la población se produjo en el siglo XVII , gracias a la liberalización del comercio con las colonias americanas. Este hecho conllevó la apertura de nuevos mercados que favorecieron la economía de la ciudad.
La plaza de la Villa es el lugar más importante del centro, ya que aquí es donde se originó el crecimiento urbano de Calella, y conserva gran parte de la estructura original, así como algunos edificios con ventanas conopiales y portales adovelados. Dentro de esta zona también destacan la capilla de Sant Quirze y Santa Julita y la parroquia de Santa María y San Nicolás , de estilo barroco. Aunque si realmente te interesa conocer la historia de Calella, debes dirigirte entonces al museo-archivo de la localidad, donde a través de pergaminos que datan del siglo XI descubrirás datos interesantes sobre su pasado.
Alojarse en el casco urbano es quizás la mejor idea si se quiere estar cerca tanto de los lugares de interés cultural como de algunas de las principales playas de Calella. La oferta de hoteles es variada, y la mayoría de ellos resultan bastante baratos, como comprobarás en establecimientos como Kaktus Playa, de tres estrellas, o Estrella de Mar, de dos estrellas. Simplemente busca con tiempo y verás que es posible encontrar un hotel barato y agradable para pasar unos días en esta localidad catalana.
En Calella hay tres playas en las que ondea la bandera azul. La playa de las Rocas, que queda al sur de la ciudad, en las estribaciones del Parque Natural de Montnegre, es un paraje natural formado por una sucesión de pequeñas calas de aguas transparentes y limpias en las que se puede practicar el nudismo y que están perfectamente equipadas con duchas y hasta un restaurante. Playa Grande , en el centro de la ciudad y paralela al paseo Manuel Puigvert, es el lugar donde se celebran los acontecimientos culturales de Calella. Dispone de una gran superficie de playa dotada de dos campos de fútbol playa, nueve de vóley-playa y uno de baloncesto, servicios de seguridad y vigilancia, accesos adaptados para personas con movilidad reducida, duchas, aseos, sillas anfibias y alrededor de ocho chiringuitos repartidos por toda la orilla. Pero es la playa de Garbí la que está galardonada con la «Q» de calidad , una playa que corre también paralela al paseo de Manuel Puigvert, frente a la zona de hoteles, y que ofrece instalaciones y servicios similares a los de playa Grande, a diferencia de que Garbí incluye un carril bici.
Entre los meses de junio y septiembre es cuando más ambiente hay en Calella, ya que en estas fechas el tiempo acompaña y se organizan distintas fiestas y actividades al aire libre , como la fiesta de la espuma para los más jóvenes, cine en la playa, espectáculos de música en vivo, monólogos, cenas, conciertos y actividades acuáticas en el club náutico.
Aunque las playas de Calella resultan atractivas, las rutas de senderismo también son una parte importante del encanto del municipio. En la ruta del Esquirol, en el Parque Dalmau, puedes contemplar la vegetación compuesta por palmeras datileras y pinos piñoneros mientras las ardillas corretean de un lado para otro. La ruta del Corb Marí, junto al mar, tiene un mirador desde donde puedes observar el vuelo de las gaviotas, las currucas cabecinegras y los mirlos. Por último, la ruta de les Guilles, en la sierra homónima, te permitirá conocer la flora típica mediterránea, con alcornoques y jarales arbolados, y la fauna, con ginetas, tejones, arrendajos y herrerillos.