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COPENHAGUE: LA ATRACTIVA CAPITAL DANESA
Copenhague, fundada en el siglo X como un pueblo de pescadores, pasó a ser la capital de Dinamarca en el siglo XV. Desde entonces, la ciudad se ha consolidado como uno de los principales centros culturales, artísticos y gastronómicos de Escandinavia. Además, Copenhague suele aparecer entre los primeros puestos en las listas de ciudades con la mejor calidad de vida del mundo, algo que podrás comprobar paseando por sus calles y descubriendo los encantadores rincones que alberga.
El CASCO ANTIGUO DE COPENHAGUE
Un buen lugar para empezar el recorrido por el centro de Copenhague es la plaza que se abre frente al palacio de Christianborg, que fue la residencia de la familia real hasta que se trasladó la corte al palacio de Amalienborg. Del palacio llama especialmente la atención su torre, que, con 106 metros de altura, es la más alta de la ciudad (¡apenas unos centímetros más alta que la torre del ayuntamiento!). Aunque el palacio no se puede visitar porque en la actualidad es la sede del parlamento danés, sí que es posible subir gratuitamente a la torre y disfrutar de las espléndidas vistas del casco antiguo. Ahora que te has hecho una idea general de la ciudad, toca adentrarse en el corazón de Copenhague, así que dirígete hacia Strøget, una zona formada por varias calles peatonales y plazas llenas de tiendas y cafeterías. Pero no todo son compras, sino que también te irás encontrando por el camino con algunos de los principales edificios del centro: el ayuntamiento, con su esbelta torre y su animada plaza; el elegante Teatro Real, fundado en el siglo XVIII; la catedral de Copenhague, un sencillo templo de estilo neoclásico, o la torre redonda, una curiosa construcción del siglo XVII que acoge el observatorio astronómico más antiguo de Europa aún en funcionamiento. Los hoteles en esta zona no suelen resultar baratos, aunque puedes encontrar algunos hostales a un precio asequible, como el Villa Armonia Guest Rooms. En cambio, si buscas algo de categoría superior, opta por un hotel de cinco estrellas como Radisson Blu Royal Copenhaguen, un establecimiento elegante y moderno a poca distancia de los principales lugares de interés.
La siguiente parada es Nyhavn, un lugar ideal para tomarse una pausa mientras se disfruta de una cerveza o de una agradable comida en una de las muchas terrazas. En su origen Nyhavn era un bullicioso puerto comercial, pero en la actualidad se ha transformado en un encantador canal bordeado de antiguas casas con fachadas de vivos colores y decenas de restaurantes donde tanto los turistas como los locales se detienen a disfrutar del animado ambiente. Con las fuerzas repuestas, es el momento de continuar la ruta y visitar la zona del palacio de Amalienborg, uno de los más notables ejemplos del rococó danés. El palacio está formado por cuatro edificios idénticos dispuestos alrededor de una plaza octogonal, y al final de una de las calles que salen de la plaza se encuentra la iglesia de Federico, también conocida como iglesia de mármol. El edificio destaca ante todo por su aspecto exterior, ya que es de planta circular y está rematado por una gran cúpula inspirada en la del Vaticano (de hecho, es la mayor de toda Escandinavia). A un paseo de esta zona se sitúan la ciudadela de Copenhague (una fortificación barroca perfectamente conservada) y la famosa y pequeña estatua de la Sirenita, inspirada en el cuento del escritor danés Hans Christian Andersen.
Un poco más alejado del centro está el barrio de Christiania , donde vive una comunidad que se autoproclama como independiente del Estado danés. El centro del barrio es la calle Pusher o la calle del vendedor de estupefacientes, y es que esta zona se conoce principalmente porque se permite el consumo y la venta de drogas blandas. Pero Christiania es mucho más que eso, ya que es el reflejo de un modo de vida y de organización social diferente. Por ejemplo, aquí no hay impuestos, y eso hace que las bebidas y los alimentos cuesten casi la mitad que en el resto de la ciudad. Explicarlo es difícil, así que lo mejor es que te apuntes a una de las visitas guiadas que se organizan o que lo recorras por libre para descubrir este rincón único. Y si quieres alojarte cerca, aprovecha las ofertas que lanzan alojamientos como el barato hostal Urban o el hotel de tres estrellas Copenhaguen Strand, dos de los establecimientos más próximos a Christiania.
TIEMPO DE OCIO
Además de visitar los principales monumentos y pasear por las calles del centro, en Copenhague hay un sinfín de atracciones que permitirán pasar una divertida jornada tanto a los adultos como a los niños. No te puedes perder los Jardines de Tivoli, un entrañable parque de atracciones que se ha mantenido prácticamente igual desde que se inauguró en 1843, a pesar de que se han ido construyendo algunas atracciones más modernas. Otra buena opción es dar un paseo por el jardín botánico, en el que destacan sus hermosos invernaderos de cristal, o acudir a alguno de los clásicos de toda gran ciudad: el zoo, el acuario o el planetario Tycho Brahe.
A la hora de salir a cenar, te sorprenderá la gran variedad de restaurantes que hay en Copenhague. De hecho, muchos la consideran como la capital gastronómica de Escandinavia debido a que acumula un total de 15 restaurantes con estrellas Michelin, entre los que se incluye el restaurante Noma, galardonado como el mejor restaurante del mundo. Pero también hay otras opciones más baratas, ya sea disfrutar de un perrito caliente o probar un típico bocadillo Smørrebrød. Eso sí, ¡siempre acompañado de cerveza!
Por la noche, Copenhague es una ciudad animada en la que es fácil encontrar algo para todos los gustos, desde un pub o una bodega (cervecería típica danesa) hasta enormes discotecas como Culture Box, KB3, Rust o HIVE , la mayoría de las cuales se concentran en los barrios de Indre By, Nørrebro y Vesterbro.