SANTA POLA: VACACIONES EN LA COSTA BLANCA
Santa Pola es una localidad costera de la Comunidad Valenciana situada a orillas del Mediterráneo, en plena Costa Blanca alicantina. Los restos históricos, las playas dotadas de bandera azul, las infinitas opciones de ocio y el animado puerto atraen aquí cada año a visitantes de todas partes con ganas de disfrutar de unas merecidas vacaciones aprovechando las agradables temperaturas.
VESTIGIOS DE UNA SANTA POLA ANTIGUA
Recorriendo los rincones del agradable centro de Santa Pola descubrirás varios lugares de interés que te ayudarán a comprender el pasado de la ciudad:
Castillo-fortaleza : fue construido por orden de Bernardino de Cárdenas en el siglo XVI con la intención de proteger la zona de los ataques de los piratas berberiscos que asolaban el litoral. En la actualidad, el espacio que antes ocupaban los almacenes y las dependencias militares ahora acoge el Museo del Mar, el Museo de la Pesca, varias salas de exposiciones, un salón de actos y una capilla dedicada a la Virgen de Loreto.*
Torres vigía : se trata de torres levantadas en el siglo XVI en distintos puntos estratégicos para avisar al castillo-fortaleza de la presencia de posibles enemigos. Las mejor conservadas son las de Tamarit, situada en el Parque Natural de las Salinas y que cumplía la función principal de comunicarse con las otras torres, ya que estaba más alejada de la costa; la torre de la Atalayola, ubicada en la zona más alta y transformada hoy en faro, y la torre de Escaletes, construida sobre una torre anterior de origen musulmán con la finalidad de vigilar la cercana isla de Tabarca ante la posibilidad de que los enemigos se ocultaran tras ella.
Faro : construido para guiar a los buques de la armada, se encuentra en el extremo este del cabo de Santa Pola y ofrece unas vistas inigualables de la bahía de Santa Pola, Alicante y la isla de Tabarca.
Puerto : el actual puerto se encuentra en un emplazamiento distinto del original, el Portus Illicitanus de la época romana, del que partieron los moriscos del arrabal de la ciudad tras ser expulsados de estas tierras. El presente puerto de Santa Pola, moderno y actual, incluye en sus instalaciones el club náutico de la ciudad.
Molino de la Calera : como su nombre indica, se trata de un molino de viento construido a finales del siglo XVIII y usado por la población para la molienda del grano.
Mercado de Abastos : lo que en un principio iba a ser un templo academicista, tras dos intentos fallidos y un terremoto, acabó por ser un mercado de abastos construido entre 1935 y 1938.
Aljibes del Massapá : se trata de un conjunto de tres aljibes del siglo XVIII, destinados a almacenar el agua procedente de la lluvia y que estuvieron en funcionamiento hasta la época de la posguerra española.
Como ves, son muchos los rincones cargados de historia que atesora Santa Pola, por lo que lo mejor es optar por uno de los alojamientos que hay en el centro de la ciudad y estar así a un paso de todos los lugares de interés. Uno de los más baratos es el hostal Patilla, de dos estrellas y con servicio de restaurante en la planta baja, aunque también encontrarás otros de mayor categoría, como el hotel de tres estrellas Polamar, bastante barato a pesar de estar en una ubicación muy céntrica.
AGUA, TIERRA, FUEGO Y AIRE
Los cuatro elementos se dan cita en Santa Pola para ofrecerte distintas formas de vivir y experimentar esta localidad alicantina:
Agua : Santa Pola se llena en verano de un sinfín de actividades de ocio y deportes que usan el agua como elemento clave. Además de vóley-playa, windsurf, kitesurf, bautismos de buceo o submarinismo, tienes a tu disposición más de 11 kilómetros de costa entre calas y playas urbanas perfectamente equipadas con servicio de socorrismo, paradas de autobús, lavapiés, accesos adaptados para personas con movilidad reducida y un largo etcétera. Las principales son Mare de Déu, Calas de Santa Pola del Este, Playa Varadero, Calas de Santiago Bernabéu, Gran Playa, Playa Isla, Playa del Tamarit y Playa el Pinet.
Tierra : entre la sierra y el cabo de Santa Pola podrás realizar rutas de senderismo por terrenos de distintas dificultades y conocer lugares como el Clot de Galván, la cueva de la Araña, el barranco Catarra o el barranco L’Aljub, todos ellos situados en medio de un paisaje típicamente mediterráneo y siempre con el mar de fondo.
Aire : consigue que tu adrenalina se dispare haciendo paracaidismo, parapente o paravelismo y aprovecha para divisar Santa Pola desde las alturas.
Fuego : a finales del mes de junio todo el mundo se reúne en la playa para celebrar una mágica fiesta que emplea el fuego como elemento purificador: la fiesta de San Juan, durante la que se encienden miles de hogueras para alumbrar la noche más corta del año.
MÁS SANTA POLA
Además de naturaleza, playas e historia, la ciudad de Santa Pola tiene mucho más que ofrecer para la diversión de pequeños y mayores. A los niños les encantará pasar un día en Pola Park , un recinto de atracciones donde vivirán emociones sin límites entre montañas rusas, carreras de Fórmula 1, barcas de choque, quads y colchonetas inflables. En cambio, si lo que te apetece es tomar unas copas tranquilamente bajo la luz de la luna, en el Cabo de Santa Pola tienes varios chill-outs y chiringuitos ; mientras que para una noche más animada, lo mejor es que te dirijas a una discoteca como Camelot, en la que podrás bailar al ritmo de la música pop, indie y electro.
¡La diversión empieza nada más cruzar las puertas de la ciudad!