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CARTAGENA: UN VIAJE EN EL TIEMPO
Cartagena es una atractiva ciudad portuaria cargada de arte e historia que se sitúa al sur de la Región de Murcia. Visitar esta ciudad es sinónimo de hacer un apasionante y divertido viaje en el tiempo que te llevará desde los cartagineses hasta momentos más recientes de nuestra historia como la Guerra Civil. Pero no solo eso, ya que en Cartagena también descubrirás interesantes fiestas, tranquilas playas y una deliciosa gastronomía. ¿Listo para embarcar?
ÉRASE UNA VEZ UN PUERTO A ORILLAS DEL MEDITERRÁNEO
La riqueza de la sierra minera que rodea la ciudad y el conveniente puerto natural hicieron que el terreno en el que se encuentra Cartagena fuera poblado desde antiguo. Así, la ciudad fue fundada en el año 227 a. C. por el general cartaginés Asdrúbal el Bello, que le dio el nombre de Qart Hadasht. De esta civilización puedes visitar los restos de la muralla púnica , una de las pocas huellas del paso de los cartagineses por España que han llegado hasta nosotros.
El general romano Escipión conquistó la ciudad en el 209 a. C., momento en el que se cambió el nombre a Carthago Nova. La ciudad fue prosperando y pasó a ser uno de los principales puertos de la Hispania romana, lo que contribuyó a que se construyeran en ella grandes edificios y espacios públicos que aún hoy se pueden visitar. No te puedes perder el barrio del Foro Romano, que incluye un paseo por la colina del Molinete, uno de los mayores parques arqueológicos urbanos de Europa. Cerca de aquí tienes algunos de los hoteles más baratos del centro, como el tres estrellas Los Habaneros, y el interesante Augusteum, un conjunto arqueológico bajo tierra en el que se han conservado los restos de dos edificios públicos. Aunque el edificio más notable de la época romana es, sin duda, el teatro. Sin embargo, antes de ir allí, aprovecha para recorrer las calles del centro y pasar junto a otros restos romanos, como la casa de la Fortuna o el decumanus, la principal arteria que atravesaba la ciudad de este a oeste. Y ahora sí, dirígete a la plaza del palacio consistorial y entra al museo ubicado en el palacio Pascual de Riquelme: dentro te espera un espacio expositivo concebido a modo de túnel del tiempo que desemboca en uno de los vomitorios que daban acceso al teatro. Casi sin darte cuenta, habrás retrocedido varios siglos y te encontrarás en medio de un enorme teatro romano con capacidad para alrededor de 7000 espectadores. En un lateral se alzan las ruinas de la catedral de Santa María la Vieja, un antiquísimo templo levantado en el terreno bajo el que se halló el teatro y que fue destruido parcialmente durante la Guerra Civil.
Siglos después, Cartagena adquirió un notable papel militar como base naval aprovechando su estratégico puerto natural. Esta época coincidió con los estilos barroco y neoclásico, de los que destacan ejemplos como la muralla de Carlos III, que corre paralela al puerto; el arsenal y la capitanía general; la iglesia de Santa María de Gracia, que es el punto de partida de las famosas procesiones de Semana Santa, y la grandiosa basílica de la Caridad, cuya cúpula es visible desde los distintos miradores de Cartagena.
Entre finales del siglo XIX y principios del siglo XX, gracias al crecimiento de la industria minera y el surgimiento de una próspera burguesía, en Cartagena se levantaron numerosos edificios modernistas que hacen de ella una de las ciudades más representativas de este estilo en España. Además de varios edificios particulares como la casa Maestre o el palacio Pedreño, destacan el Gran Hotel, el casino y, por supuesto, el hermoso palacio consistorial, situado en una agradable plaza que sirve de nexo de unión entre el puerto y el casco antiguo. No muy lejos de aquí hay hoteles que ofrecen una buena relación calidad-precio, como el hotel de cuatro estrellas NH Cartagena, un alojamiento elegante, moderno y mucho más barato de lo que imaginas.
La que se conoce como ruta contemporánea permite hacer otras visitas de gran interés que hablan del pasado más reciente , como el submarino de Isaac Peral, que fue el primer submarino autopropulsado, o el refugio-museo de la Guerra Civil, un auténtico refugio antiaéreo ubicado en la calle Gisbert y en el que se puede vivir de cerca la experiencia de aquellos que tuvieron que esconderse bajo tierra para sobrevivir a los bombardeos.
Si con todo lo anterior no has tenido suficiente y quieres aprender más sobre el pasado de Cartagena, no dudes en acercarte a uno de los museos que salpican la ciudad, como el Museo Arqueológico Municipal, levantado sobre una necrópolis tardorromana; el centro de interpretación del castillo de la Concepción, que ofrece un recorrido por la historia de Cartagena dentro de un castillo medieval situado en lo alto de un cerro con vistas a la ciudad, o el Museo Nacional de Arqueología Subacuática (ARQUA), donde se exponen importantes piezas como los restos de dos barcos fenicios.
CARTAGENA EN FIESTAS
Hay dos acontecimientos que marcan el calendario festivo de Cartagena: la Semana Santa y las fiestas de Carthagineses y Romanos. La Semana Santa cartagenera está declarada de Interés Turístico Internacional y destaca especialmente por el orden, el rigor y el ritmo marcial. Las procesiones, elegantes y muy emotivas, recorren las calles del casco antiguo y crean una estampa difícil de olvidar donde la belleza de la arquitectura y la delicadeza de los pasos se funden en uno. En cuanto a las fiestas de Carthagineses y Romanos, cada año, a finales de septiembre, los propios cartageneros visten sus trajes de cartagineses o romanos y recrean la conquista romana de Cartagena usando la ciudad como escenario. ¡De película! Además, se instala un campamento festero lleno de restaurantes, carpas para bailar y atracciones de feria.
EL SABOR DE CARTAGENA
Si quieres llevarte el recuerdo del sabor más auténtico de Cartagena, hay dos cosas que no te puedes perder: el café asiático y el arroz caldero. El café asiático está inspirado en una bebida que tomaban los marineros antes de salir a faenar y se prepara con café, leche condensada, brandy, licor 43 (de producción cartagenera), corteza de limón y canela. Lo encontrarás en la mayoría de los bares del centro, ¡así que no dejes escapar el placer de degustarlo! En cuanto al arroz caldero, una deliciosa receta de la zona que combina el arroz y el pescado de roca, lo podrás probar en los restaurantes del puerto o bien en el restaurante que hay en cala Cortina, una pequeña playa situada en un recoveco del puerto. Este rincón está lleno de encanto y constituye, además, el lugar ideal para disfrutar de una tranquila puesta de sol como punto y final para tu intenso «viaje en el tiempo» por las calles de Cartagena.