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FORMIGAL: EL CORAZÓN DEL PIRINEO ARAGONÉS
La localidad de Formigal , perteneciente al municipio oscense de Sallent de Gállego, está enclavada en pleno Pirineo Aragonés y se encuentra junto a una de las más famosas estaciones de esquí españolas: Formigal-Panticosa. El valle de Tena ofrece infinitas posibilidades para el turismo activo y en contacto con la naturaleza durante los meses más cálidos, mientras que cuando llega el frío y la nieve cubre las pistas, los deportes de invierno toman el relevo y atraen a miles de viajeros deseosos de disfrutar del espectacular paisaje y practicar su deporte favorito.
LOS PUEBLOS DEL VALLE DE TENA
Si decides alojarte en Formigal, encontrarás en la misma localidad algunos hoteles como el elegante y lujoso hotel de cuatro estrellas Aragón Hills, aunque también puedes probar a buscar alojamientos en las localidades cercanas, donde tendrás más ofertas entre las que elegir. Una vez dejes las maletas en la habitación, puedes lanzarte a recorrer el valle de Tena , que rodea Formigal, y visitar los distintos pueblos que lo salpican, pequeños núcleos urbanos donde predominan las construcciones de piedra y que tienen siempre como telón de fondo las altas cumbres de los Pirineos. Estos son algunos de los más destacados:
Biescas : ya en la época romana hubo aquí una encrucijada de caminos, puesto que en este pueblo es donde se encontraba el único puente que cruzaba el río Gállego. A pesar del auge del turismo, las estrechas calles empedradas aún conservan todo el sabor medieval de la población, que alcanza su máxima expresión en las dos iglesias que coronan al conjunto: San Pedro y San Salvador, ambas de estilo románico y construidas sobre sendos cerros. También encontrarás la deliciosa plaza Mayor, donde se sitúa el ayuntamiento de la localidad, y podrás emprender la ruta de Serrablo, compuesta por quince templos románicos esparcidos por el valle.
Sallent de Gállego y camino de Respomuso : este bonito pueblo, hundido entre los más elevados picos de los Pirineos y atravesado por el río Aguas Limpias, esconde un pequeño puente del siglo XVI y calles y rincones invadidos por la magia de la arquitectura montañesa. Su monumento más destacado es la iglesia gótica de la Asunción, pero también es el punto de partida del camino de Respomuso, que conduce al paraje natural del circo de Piedrafita y el ibón de Respomuso. El sendero comienza cerca del embalse de La Sarra, a las afueras de Sallent de Gállego, y conduce a través de arroyos y cascadas hasta el idílico lago que se extiende entre las cumbres. En cuanto a alojamientos, en Sallent hay distintas opciones como el aparthotel Sarrato, ubicado en pleno centro de la localidad.
Tramacastilla de Tena : de características similares a los anteriores, el gran atractivo de Tramacastilla es el mirador que se abre tras la iglesia y desde el que se obtienen unas impresionantes vistas del valle y las omnipresentes montañas pirenaicas.
POR TIERRA O POR AIRE
Además de realizar distintas rutas de senderismo, como la del ibón de Respomuso, el entorno de Formigal es perfecto para apuntarse a una ruta en bicicleta de montaña por el Alto Gállego. Las hay de todos tipos, desde recorridos adecuados para toda la familia hasta otros que requieren más experiencia dado el gran desnivel del terreno. En cualquier caso e independentiemente de la opción que escojas, lo que no te faltará serán verdes paisajes en los que se funden valles, lagos, ríos y montaña. Todas las rutas cuentan con paneles informativos y señales que indican el camino que se debe seguir, el número de la ruta y el nivel de dificultad para que no tengas ningún problema a la hora de lanzarte a descubrir a golpe de pedal los más de 500 kilómetros de pistas habilitados.
A unos 20 kilómetros de Formigal se encuentra otro de los grandes atractivos turísticos de la zona: el trenecito de Artouste, uno de los más altos de Europa. A lo largo de diez kilómetros y a 2000 metros de altura , este pequeño tren te llevará sin prisa pero sin pausa desde el lago de Fabrèges hasta la presa de Artouste, un paraje de ensueño que será el final perfecto para este trayecto de vértigo. Y si una vez en la presa el tiempo acompaña y tienes ganas de llegar aún más alto, lánzate a descubrir el refugio de Arrémoulit, al que se llega tras una caminata de algo menos de 2 horas.
Surcando los aires, el telecabina de Panticosa es otra de las alternativas que te ofrece la zona para descubrir sus rincones más bellos. Está abierto en verano y es la opción perfecta para familias o si quieres ahorrarte gran parte del camino y situarte a 1900 metros de altitud en unos minutos y sin apenas esfuerzo. Desde la parte más alta salen varias rutas de senderismo que conectan la estación del telecabina con el mirador de los valles, el mirador de Sabocos, el pico Mandilar o los ibones de Los Asnos y Sabocos , dos preciosos lagos de origen glaciar rodeados de naturaleza en estado puro. Tras la excursión, nada como relajarse en el estupendo balneario de Panticosa , alimentado por aguas minero-medicinales y ubicado en medio de un prado junto al ibón de Baños. Así que si estabas pensando en planear un fin de semana romántico en esta zona de los Pirineos, reservar un hotel en Panticosa como el Sabocos, que está entre los mejor valorados, dar un paseo por los alrededores y relajarse en el balneario, puede ser el plan perfecto.
ESTACIÓN DE ESQUÍ FORMIGAL-PANTICOSA
Arrecia el frío, caen las primeras nevadas, las cumbres se visten de blanco ¡y es entonces cuando las pistas de esquí de Formigal-Panticosa se llenan de vida! Aparte de los servicios propios de las estaciones de esquí, la de Formigal-Panticosa cuenta con algunas características que la hacen única en España. Por un lado, es una de las mejor preparadas para acoger a familias , ya que dispone de un centro con instalaciones cubiertas para que los más pequeños de la casa empiecen a familiarizarse con los deportes de invierno. También destaca su escuela de esquí , con casi medio siglo de experiencia e incluso cursos para personas con movilidad reducida. Y además de todo esto, se ha creado una nueva pista que desciende directamente hasta el pueblo de Panticosa y existen distintas alternativas para los que quieran disfrutar de la estación sin esquiar, como el paseo en telecabina o el alquiler de trineos. Por supuesto, también hay servicios de restauración y cafetería a pie de pista para que no necesites volver al hotel hasta que acabe la jornada y puedas exprimir al máximo tus horas de diversión y adrenalina en Formigal-Panticosa.