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SANTANDER: LA SEÑORA DEL CANTÁBRICO
La capital de Cantabria, Santander, se alza señorial junto al mar haciendo gala de sus edificios decimonónicos y una hermosa bahía, inscrita en el club internacional de las bahías más bellas del mundo. Entre el mar y la montaña, la ciudad de Santander ofrece un sinfín de opciones para pasar unos días junto al mar Cantábrico: largos paseos por la playa, un sugerente entorno natural, buena comida y una atractiva cultura.
ENTENDIENDO LA CIUDAD
Dos hechos marcaron a Santander y dieron lugar a la configuración y el patrimonio arquitectónico que hoy presenta la ciudad. A mediados del siglo XIX, y como fruto del auge del turismo de ocio y salud, Santander empezó a promocionarse como destino ideal para tomar baños de olas en sus playas : se creó entonces la ciudad-balneario de El Sardinero y se construyó en 1908 el famoso Palacio de la Magdalena para el rey Alfonso XIII, que había elegido la ciudad como lugar de veraneo de la corte. Unos años después, en 1941, un gran incendio destruyó casi por completo la zona histórica y dejó tras de sí grandes extensiones de terreno libre en pleno centro que se aprovecharon para trazar una nueva Santander : se abrieron amplias avenidas y calles; se creó una plaza principal, la Plaza Porticada; se restauró la catedral, y se levantaron varios edificios de uso oficial, comercial y de residencia burguesa.
Un buen punto de inicio para adentrarse en el centro de la ciudad es el Paseo de Pereda, con la enorme Grúa de Piedra e imponentes fachadas como la del Banco de Santander. En un extremo del paseo, junto a los jardines, encontrarás la Plaza Porticada y la catedral. Por la calle Juan de Herrera se llega a la plaza del ayuntamiento de la capital, y a partir de ahí puedes optar por visitar alguno de los museos que hay en los alrededores, como la Casa-Museo de Menéndez Pelayo; acercarte al concurrido Mercado de la Esperanza, o darte una vuelta por el área comercial, entre las calles Jesús de Monasterio y San Fernando. Además, es aquí, entre el casco antiguo y la estación de tren, donde se concentran la mayoría de los hoteles. Muchos de ellos presentan buenas ofertas si se reservan con antelación, como el Plaza Pombo, uno de los alojamientos más céntricos y baratos, o el hotel Bahía, un establecimiento de cuatro estrellas con vistas al mar y jacuzzi en algunas de las habitaciones que ofrece precios bastante económicos en relación con la calidad de los servicios y las instalaciones.
De nuevo en el Paseo de Pereda, es momento de conocer la bahía, ya sea a pie o en barco, con una de las excursiones que se realizan en ciertos meses del año desde el Palacete del Embarcadero. A lo largo del muelle verás varios edificios como el Club Marítimo Puertochico, el Planetario, el Palacio de Festivales o el Museo Marítimo. Y un poco más allá, las primeras playas, perfectas para disfrutar de un día de sol, y la Península de la Magdalena. La zona de la Magdalena ocupa unas 25 hectáreas y cuenta con distintos atractivos, como la playa de Los Bikinis, el Embarcadero Real, el Faro de la Cerda, el fantástico Palacio de la Magdalena, tres carabelas donadas por un marino y un zoo con animales marinos que aprovecha el agua del mar.
Al norte de la Península de la Magdalena se encuentra El Sardinero, donde el imponente Gran Casino se levanta desde 1916 dominando el paisaje de la zona. Pero este no es el único atractivo, ya que El Sardinero también es conocido por la estupenda playa (perfecta para la práctica del surf), el paseo marítimo, los románticos Jardines de Piquío y las magníficas puestas de sol. Muy cerca está uno de los hoteles más emblemáticos de Santander, el Eurostars Real, un hotel de lujo de cinco estrellas construido para alojar al séquito real durante las vacaciones de Alfonso XIII en el Palacio de la Magdalena. El hotel, que cuenta con una amplia oferta de servicios e instalaciones, como piscina y spa, combina el encanto de lo clásico con los servicios más modernos. Aunque si estás planeando unas vacaciones en familia y prefieres algo que os permita estar a vuestro aire, puedes optar por Las Brisas, unos apartamentos baratos en primera línea de la playa de El Sardinero.
SANTANDER EN LA BOCA
Si te gusta el tapeo, no dudes en ir al centro de la ciudad, a la parte situada justo detrás del Paseo Pereda. Algunos de los mejores bares están alrededor de la Plaza Cañadío , aunque hay opciones para todos los gustos: restaurantes de precio más elevado, como El Riojano, La Cigaleña o Gele, y tascas con precios más asequibles, como La Conveniente o Casa Ajero. Para disfrutar del pescado y el marisco más frescos, dirígete al Barrio Pesquero y la calle Tetuán , con bares como Marucho y La Mulata y restaurantes como El Puerto.
El ocio nocturno también se concentra en la zona centro , por lo que uno de los planes más recomendables es cenar de tapeo y después continuar la noche en cualquiera de los bares que permanecen abiertos por lo general hasta las 3 de la madrugada.
EXCURSIONES DESDE SANTANDER
Cerca de Santander puedes hacer varias excursiones para conocer un poco más la región cántabra. A pocos kilómetros están el Parque Natural de las Dunas de Liencres, con un extenso sistema dunar, y el Parque de la Naturaleza de Cabárceno , un espacio de 750 hectáreas situado en una antigua explotación minera que acoge animales de los cinco continentes en régimen de semilibertad.
Mención aparte merecen las playas de arena dorada y fina que recogen toda la belleza y la serenidad de la costa norte de España. A aproximadamente 15 minutos de Santander hay varias playas que no te puedes perder, como Valdearenas-Liencres (famosa por los atardeceres y adecuada para hacer surf), La Arnía (conocida por los islotes rocosos) o Somocuevas (donde el verde del campo se funde con el mar).